II

Ne sachant pas, ingrat!, que c’était tout mon sacré

ce fard noyé dans l’eau perfide des glaciers

  Stéphane Mallarmé

En mi alma podrida atufa el hedor a triunfo

la cabalgata de mi cuerpo en ruinas

a donde mis manos para mostrar la victoria

se agarran al poema y caen

y una vieja muestra su culo sonrosado

a la victoria

pálida del papel en llamas,

desnudo, de rodillas, aterido de frío

en actitud de triunfo.

Leopoldo María Panero

Poemas del manicomio de Mondragón

En el oscuro jardín del manicomio II

los de Mallarmé, son los dos últimos versos de Le pitre châtié,

colgado en este blog hace pocos días.


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel

 

la vista atrás

 

Me recuerdo de niño, solo en mi soledad.
Notaba que mi vida no era real.