manuel vilas

el hundimiento
I. los nadadores nocturnos
los cobardes
madrid ed. visor
2015

 

 

 

los cobardes

 

 

A cuántas mujeres has amado, di. Esa es la pregunta final,

¿en cuántas viste la felicidad universal? Hubo una, ¿te

acuerdas? Hubo una, tan especial, de la que te acuerdas ahora

que vas a morir. ¿Quién era? ¿Por qué duró tan poco, si

estabais hechos el uno para el otro? Realmente, la amaste.

Aún vive en tu ciudad, en la ciudad en la que vas a morir.

¿Qué estará haciendo ahora? La amaste mucho, y ella a ti

también. Tú, obviamente, morirás antes. Ella tal vez alcance

los noventa años, a quién le importa. Tú la sigues amando, y

ella a ti también. Afortunadamente, tu muerte, que está

llegando, te dará la paz y la grandeza de las montañas doradas;

ella, con su pasión por seguir viva, seguirá muerta. Os

besabais en los bares oscuros de aquella Zaragoza, era el año

2006. Era ella tan poca cosa. Tan falsa su conversación. Tan

verdadera su soledad. Idénticos.

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir