manuel vilas:

 

poesía completa:

 

unas pocas palabras para la 3ª edición

 

 

 

manuel vilas

poesía completa

1980-2018

 

volumen MLIX de la colección Visor de Poesía

2ª edición, enero 2019
3ª edición, noviembre 2019

visor libros
madrid

 

 

 

unas pocas palabras para la tercera edición

 

 

La tercera edición de mi Poesía Completa me hace muy
feliz, casi me parece un milagro, un rayo azul en el cielo de
otoño. Tal vez sea un regalo inmerecido, Nunca merecimos
nada. Todo cuanto nos llega ha de ser celebrado con las
manos vacías.

Por culpa de mis viajes, hace ya unos meses que no veo a
mi amigo Chus Visor. Ahora mismo, en este instante, estoy
en París, escribiendo estas palabras en un ordenador portá-
til, en una hermosa habitación de hotel, que tampoco me-
rezco. En una habitación de un hotel del barrio de Saint
Germain, en la ciudad que tanto tuvo que ver con mi pasión
por la poesía, porque aquí vivieron Baudelaire, y Rimbaud,
y Antonio Machado, y Rubén, y César Vallejo. Me gustaría
dedicarle desde aquí, desde París, esta tercera edición a Chus
Visor. Para decirle que le echo de menos. Para decirle que en
cuanto pueda me paso a verle por la librería. Porque si estoy
en Madrid, y no voy a ver a Chus, no me siento bien.

Si, muy feliz, porque Chus siempre me trae buenas noti-
cias. Me dice que mis libros se venden, que mis libros se
leen, que hay gente al otro lado de mis poemas. Para eso es-
cribimos los poetas, para que la gente nos lea. Sin la gente,
un poeta no existe. Para hacernos compañía los unos a los
otros, para eso escribimos. Para que todos estemos menos
solos. Qué sería de nosotros sin la poesía. Puede que nuestro
destino final, como dijo Jaime Gil de Biedma, sea convertir-
nos en poema.
La poesía ha hecho una cosa asombrosa por nosotros: no
envejecemos. Puede que lo haga nuestro cuerpo. Pero nues-
tro espíritu no envejece, siempre estarnos dispuestos a todo.
Eso se lo debernos a la poesía. No somos inmortales, pero
casi. Hasta conservamos el pelo. Como mucho, algunas
canas.

Chus Visor tiene 74 años y es un chaval. Yo le llamo
Chusito. Yo tengo 57 años y soy un crío. Y él me llama Ma-
nolito.

Eso es poesía.

Una lucha contra el tiempo, allí estarnos, fuertes y vivos.
Silban los años corno balas veloces a nuestro paso, pero
ni siquiera nos rozan, ni siquiera nos despeinan nuestras só-
lidas canas.

 

 

 

manuel vilas

parís, 5 de noviembre de 2019

 

 

 

 

 

 

1 Comentario

  1. NdAlfonso

    Después de tantos años, todavía tengo a Manuel Vilas en el probador.
    No sé si me va grande o pequeño. Creo que debo compensar la fraternidad
    de ser paisanos de una provincia pobre, desierta, última, que se llama
    Huesca, pero es difícil mantener a raya esa involuntaria imantación, esa
    simbiosis más que geográfica.

    No me rindo porque quiero ser humana, aproximadamente justo con él
    y conmigo al valorar su poesía —no discuto que sea un gran narrador,
    pero a mí me interesa el poeta Vilas—.

    A veces lo veo como a un poeta proclamador, con mucha intención de
    reconciliar entre proclamas, pero este es sólo un aspecto de su ingente poesía.

    Como otras veces, voy a leerlo hasta cansarme, y colgaré a la vez algunos
    de sus poemas, no los mejores ni los peores, sino algunos. A ver si, por fin,
    puedo sacarlo del probador en el que no merece estar.

    ndalfonso

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

reencuentro

 

y todos lloraremos con ese abrazo,
cada uno por lo suyo.