manuel vilas · roma · manuel · manuel vilas · david · david · vilas

 

 

 

 

 

david

 

 

 

Afortunadamente mañana será domingo

y pronto me marcharé de aquí, y regresaré a Roma.

 

Me iré de Florencia aún más solo de lo que vine.

Eso si no me envenenan en este hotel donde me hospedo.

 

Hoy he ido a ver el David de Miguel Ángel,

no hay nadie tras su rostro, es un ser imaginario.

 

Yo, en cambio, fui alguien, un cuerpo que tuvo nacimiento

y tendrá muerte, cuerpo en donde la imperfección

de la vida edificó locura, desarraigo y miseria.

 

Él perdura y perdurará sin rostro y sin vida real.

 

Afortunadamente pronto me iré de esta ciudad tan cruel.

 

Me acuerdo de las uñas de sus pies gigantescos,

su sexo de proporciones angelicales, su orden,

su maravillosa presencia.

 

Mi presencia nunca fue maravillosa, pero fue.

 

Es bueno que exista el David de Miguel Ángel

aunque no haya vivido jamás.

 

Es anecdótica y prescindible mi vida

aunque es real, está siendo y tengo un rostro histórico.

 

Mírame, David, y mírate.

 

Yo me puedo mover, andar y reír.

Tú, no.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.