maría eloy-garcía: los habitantes del panorama: día de burocracia

 

 

maría eloy-garcía

los habitantes del panorama

1ª edición septiembre de 2019

arrebato libros

madrid

 

 

 

1. vida en el panorama

 

 

 

día de burocracia

 

 

 

Hola buenos días, digo yo; pase por el detector, dicen ellos. Paso.

El de­tector no detecta mi recortada interior. Cojo un número zetacerodoso­cho.

Espero. Mientras, la autoestima hace lo suyo hacia abajo, asunto de serotoninas.

El bolígrafo lleva cadenas en el mostrador, puf, es un asco de metáfora pero yo

estoy desesperada por distraerme de los potas tre­pando por un palo muy sucio;

los potos de oficina son colocados como armas de depresión masiva, son los

agentes florales, nunca me fío de un poto, son un juego de oficina que parece decirnos

de manera estúpida: hagamos naturaleza, ¿en serio? ¿con un poto?

Pienso que pantalla es un nombre adecuado para esa forma de pertrecharse de…

¿Isabel? ¿María? ¿Cómo será con sus hijos, jugará a las cartas en verano?

Hola, dice, hola digo, a esas alturas mi metáfora ya la ha ejecutado por inánime,

por ro­bótica, por poto. Zetacerodosocho soy y buenos días, protesto por usted,

por el poto, por el bolígrafo que no da más cadena para mi firma, por la decoración

de informalismo arquitectónico de barrio, protesto por mis alelos que no bastan,

por su pinza del pelo hecha para soltar una mele­na de pringue, protesto por los

intermediarios que hacen agujeros de rata para que nos asomemos, protesto por tener

que venir a demostrar que hay que fiarse de mí, protesto, protesto, protesto.

Me mira, ella me mira como la rata que está a punto de abalanzarse, me mira con algo

que parece humano de repente: su número no es para esta ventanilla. Y, de repente, rata,

poto, informalismo, bolígrafo y mundo me hacen sentarme de nuevo con la vida destrozada

de repente. Mientras a zeta­cerodosocho se le ha colado zetacerodosnueve en la ventanilla

correcta, zetacerodosocho muere esa mañana y deja cadáver en la papelera con números

apiñados de otros cadáveres quien sabe si libres y juro que vi al poto reírse con todas sus

hojas. Etimología, hazme un favor: que poto venga de potar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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