maría eloy-garcía: los habitantes del panorama: la carnicería

 

 

maría eloy-garcía

los habitantes del panorama

1ª edición septiembre de 2019

arrebato libros

madrid

 

 

 

 

1. vida en el panorama

 

 

 

 

la carnicería

 

 

 

 

Las tonterías que se le otorgan al aire definen la masa de la basura espa­cial

que flota en forma de palabras sobre nuestra cabeza. Esta es la teoría muy

mejorada por mí del carnicero que parece habitar toda la tropos­fera que puede;

mientras corta el tendón de un bicho por debajo de su cadena trófica, una viejajoven

entra y reclama oreja mientras se sienta en la silla a charlar sobre cosas solo

especuladas por ella. Esta realidad se repite cada semana, es necesario para seguir

vivo que el carnicero expectore y que la viejajoven refunfuñe muy desde el plexo solar,

ahí en­tre el gran simpático y el nervio vago, con ese estrés medido en tiempo por tics

que delimitan la frontera de su furia. Callada, clavo en mi inte­rior el positivo de la foto

y, cuando me toca, soy tan mayor que podría atender a mis quince biznietos; ni siquiera

me acuerdo de por qué vine, es como la película de ir a comprar y que te asalten con

anuncios. La señora no se va, su casa está tan llena de basura espacial que necesita

habitar ya la exosfera. ¿Que qué quieres?, me repite el carnicero con un vozarrón que

pondría solo en marcha una máquina eólica. La duda es lo volátil en la carnicería de la idea

-pienso. Mientras, sobre el delantal plastificado del carnicero, el azar simula un ejemplo

perfecto del test de Rorschach. Necesito dos cabezas: una para gestionar el abismo

y la otra para tramitar la vida.

 

 

 

 

 

 

 

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