marosa di giorgio · néstor perlongher · osvaldo lamborghini

 

 

transplatinos

 

 

muestra de poesía rioplatense

 

selección y prólogo de roberto echevarren

 

 

 

ediciones el tucán de virginia
1991
méxico d. f.

 

marosa di giorgio

 

 

 

 

 

 

Las muchachas de aquel tiempo daban a luz muchos hijos,
que quedaban abandonados en la hierba, y no siempre, eran cria-
turas humanas, sino perros, gatos, insectos y demás.

Las muchachas eran muy hermosas, pero, algunas eran feas,
mas, igual, prolíficas.

Todas las criaturas quedaban abandonadas en la hierba, ge-
mían durante mucho tiempo y morían.
Pero, algunas, muy pocas, lograban sobrevivir. Y así se les
veía pasar, vueltas ya arduos donceles, esbeltas ciervas o encres-
pados leones.

 

Yo , en diversas oportunidades, di a luz una mariposa grande,
que se iba por la selva y retornaba fugaz; sus alas del más en-
cendido oro con algún oscuro manchón.

 

 

 

Mamá era finísima y altísima; su vestido granate llegaba al
suelo; no sé cómo cabía adentro de la casa, pues, era mucho más
alta que la casa.

La mitad de su cabeza —casi hasta la nariz— de pedrería.
Sobre esos rubíes, esa nuez, iba una corona, un canastito, don-
de portaba las golosinas y regalos.

¿La amábamos? ¿No la amábamos?

La diviso en pie junto a la mesa o marchando con nosotras
a la escuela; daba miedo y perfume y un murmullo, como si
estuviese hecha con papeles de maíz y de claveles.
Y se volvía, de súbito, a matarnos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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