Reclining-nude-6-Modigliani

 

nadadora de noche, nadadora

 

Una mujer longitudinal cruza el cuadro, nadadora de noche, nadadora. Merodeando, uno piensa –y humildemente propone- que el pintor

descubrió a la mujer binaria, o la parte binaria de la mujer, o la forma binaria de ver, de mirar a la mujer, a las mujeres, y que –en lenguaje binario-

nos muestra como criaturas simples o elementales –no sencillas-, como criaturas hermosísimas con sólo dos posiciones, con dos alternativas,

descubrimiento que no facilita las cosas, sino que, más bien, las complica, las dificulta -enormemente-.

Modigliani leyó dentro de la mujer –que eso es la inteligencia- y se encontró con un esquema salvajemente simple, como ya a Leibniz le había

pasado con las matemáticas de la realidad: sólo el 0 y el 1: espléndido, asombroso, pero abismal y terrible.

Los ojos de esta mujer desnuda y reclinada están vacíos, sin mirada, sólo una luz negra: no sabemos si ella nos ve o nos mira, pero con los ojos

sólo nos dice una oscuridad, una noche rasgada.

Una mujer larga en casi todas sus medidas cruza el cuadro: estilizada, elegante, pero no despojada: sus nalgas son redondas y los muslos ahusados

y el vientre terso y sus pechos son glándulas para hacer leche y dar de mamar a un niño vivo.

Tal vez terriblemente binaria en sus resortes interiores, pero también, además, tremendamente erótica y deseable y curvada en su natación nocturna,

nadadora de noche, nadadora.

 

 

 

 

 

 

 

 

Narciso de Alfonso

Merodeos: el desnudo femenino en la pintura


 

Amedeo Modigliani (1884 – 1920)

Nu couché les bras croisés derrière la tête -1917

Desnudo reclinado 6

Óleo sobre lienzo

Colección privada, N Y City

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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