Mini-Anden

apenas

Lo de Mini puede ser una historia de amor, con ese ramo de rosas blancas derrumbado en la escalera de metal,

con todas las flores agonizando, muriéndose, entregando el volumen y los párpados.

Merodeando, a uno le gusta que Mini sólo apoye en los peldaños fríos la punta de los pies, como cuidando de sí

misma, y que haya cogido solamente la cabeza de la flor, sin tallo, como si fuera una manzana que se va a comer

a mordiscos.

Hay mujeres que están desnudas incluso cuando llevan el vestido –y otras que no pueden desnudarse, que no están

nunca desnudas, con o sin vestido-. Merodeando, a uno le gustan los delgadísimos tobillos de Mini, y sus manos grandes,

con esos dedos largos con los que puede sostener sin agarrar.

Su mirada es delgada como un hilo del que no nos entrega el extremo, sino que lo deja flotando en el aire, tal vez a Mini

no le interesamos o está recogida, suya, más bien íntima en sí misma, sin más material diáfano que el preciso para hilvanar

su mirada, que es como un hilo de araña, volandero y flotante, a merced del aire y de los simpáticos sentimientos.

Mini está hermosa, apenas apoyada en los peldaños, apenas tocando el tiempo y el espacio, como un pájaro que se ha

posado para comerse una flor.

 

 

 

 

 

Narciso de Alfonso

Merodeos populares: apenas


 

 

 

 

 

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