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387
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Y hoy, pensando en lo que ha sido mi vida, me siento un cualquier animal
vivo, transportado en un cesto de los de encorvar el brazo, entre dos estaciones
suburbanas. La imagen es estúpida, pero la vida que he definido es todavía más
estúpida que ella. Esos cestos suelen tener dos tapas, como medios óvalos, que se
levantan un poco en uno y otro de los bordes curvos si el bicho se agita. Pero el
brazo de quien lo transporta, apoyado un poco a lo largo de las articulaciones
centrales, no deja a una cosa tan débil levantar vilmente más que los extremos
inútiles, como alas de una mariposa que está perdiendo fuerzas.
Me he olvidado de que hablaba de mí con la descripción del cesto. Lo veo
claramente, y al brazo gordo y blanco quemado de la criada que lo transporta. No
consigo ver a la criada más allá del brazo y su vello. No consigo sentirme bien sino
—de repente— una gran frescura de (…) de esas varillas y cintas con que se tejen
los cestos y donde me agito, bicho, entre dos paradas que siento. Entre ellas
reposo en lo que parece ser un banco y hablan allá, fuera de mi cesto. Me duermo
porque me tranquilizo, hasta que me levanten de nuevo en la parada.
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5-4-1930
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E, hoje, pensando no que tem sido a minha vida, sintome
um qualquer bicho vivo, transportado num cesto de encurvar
o braço, entre duas estações suburbanas. A imagem é
estúpida, porém a vida que defini é mais estúpida ainda do
que ela. Esses cestos costumam ter duas tampas, como meias
ovais, que se levantam um pouco em um ou outro dos extremos
curvos se o bicho estrebucha. Mas o braço de quem
transporta, apoiado um pouco ao longo dos dobramentos centrais,
não deixa coisa tão débil erguer frustemente mais do
que as extremidades inúteis, como asas de borboleta que enfraquece.
Esqueci-me que falava de mim com a descrição do cesto.
Vejo-o nitidamente, e ao braço gordo e branco queimado da
criada que o transporta. Não consigo ver a criada para além
do braço e a sua penugem. Não consigo sentir-me bem senão
— de repente — uma grande frescura de (…) daqueles varais
brancos e nastros de (…) com que se tecem os cestos e onde
estrebucho, bicho, entre duas paragens que sinto. Entre elas
repouso no que parece ser um banco e falam lá fora do meu
cesto. Durmo porque sossego, até que me ergam de novo na
paragem.
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Fernando Pessoa
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Del español:
Libro del desasosiego 387
Título original: Livro do Desassossego
© por la introducción y la traducción: Ángel Crespo, 1984
© Editorial Seix Barrai, S. A., 1984 y 1997
Segunda edición
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Del portugués:
Livro do Desassossego composto por Bernardo Soares
© Selección e introducción: Leyla Perrone-Moises
© Editora Brasiliense
2ª edición
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