las madres, las que han sido, son y serán madres de los seres humanos,

eso es, las mamás, la señoras o señoritas mamás, que son siempre mujeres,

y son las que paren, las que dan a luz a todo el resto de los individuos

e individuas de la especie, eso es, ellas, ellas son las únicas que pueden

conseguir que alguien que no está todavía porque no existe, llegue a estar,

así es, se trata de un asunto extraño y hasta extravagante pero no milagroso,

de ninguna manera milagroso, sino completamente natural, cotidiano, repetido

cada vez que un ser humano nace, en fin, no es preciso insistir.

 

 

como se sabe, hay madres o mamás que son buena gente, mujeres bondadosas

y tal, es cierto, sin duda es así, pero también las hay depravadas, perversas,

insuficientes en uno o más sentidos, o tontas, es decir, poco listas, incapaces

de abstraer, o con una imaginación despoblada, o simplemente, sin más, con

una personalidad trastornada, a veces seria, severamente trastornada en cualquiera

de las innumerables maneras en que puede darse un trastorno de la personalidad

o del carácter, aunque no nos guste insistir en estos aspectos de las mujeres

y de la maternidad, desde luego, pero tampoco podemos ignorarlos por completo

como si fueran infrecuentes eventualidades, no, no, ya que se dan, sin duda, con

una asiduidad muy superior a la que sería deseable, eso es.

 

 

no se trata solamente de mamás insuficientemente buenas, sino también de mamás,

de madres atroces, positiva y activamente crueles, perturbadas, peligrosas para

sus hijos y para ellas mismas, eso es, así es.

 

 

fin del informe

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir