antología consultada
de la poesía española
el último tercio del siglo
1968-1998
volumen CCCC
colección visor de poesía
visor madrid 1998
Cabe entender que a los poetas reunidos en esta antología se les pidió
una poética que fuese la suya, es decir, su poética propia, personal
e intransferible.
Conviene aclararlo porque, de otro modo, se puede malinterpretar la
tendencia que se aprecia en muchos de los autores a incluirse de manera
explícita en la descripción de la poética que hacen.
Con todo, aunque debamos aceptar las ventajas —quizá indudables— de
esta modalidad autobiográfica y más bien egocéntrica de exponer su poética,
desde luego se pierde la elegancia y, lo que es peor, mucho peor: de manera
tal vez inadvertida se cargan innecesariamente las tintas en el valor de la
experiencia intransferible —mejor dicho: en lo intransferible de cada experiencia
individual— en la dificilísima explicación de porqué existe la poesía y no, más bien,
nada, o cualquier otra cosa en su lugar, que es lo que las poéticas intentan.
Este asunto de la necesidad del poeta con nombre y apellidos para explicar
su poética, abre la posibilidad contraria, a saber: ¿sería legítima una poética que
prescindiera por completo de la individualidad intransferible del poeta, esto es,
una poética universal o abstracta?
El asunto queda abierto a discusión.
•
Desde luego que la poética tiene que ser universal.
La poética personal como la que se lee en la mayoría
de los autores de esta antología, no es poética
porque no está nombrada con poesía, poéticamente.
Ángel
Un ejemplo de poética universal
Al principio, la mente se siente magullada.
La luz hace blancos agujeros a través del negro follaje
o la niebla esconde todo lo que no es ella misma
¿Pero cómo dirá uno eso?—
Siendo así que, cuando la verdad no es suficientemente buena exageramos. Las proporciones
importan. Es difícil atraparlas de manera adecuada
Debe de haber algo
superfluo, nada que no sea elegante
Y nada que sea si es simplemente eso.
Este verde crepúsculo tiene orillas violeta.
Las mariposas amarillas
que apresuradas se trasladan
desde las flores escarlata a las de bronce
desaparecen mientras la tarde aparece.
Charles Tomlinson