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Canción


El peso de este mundo

es el amor.

Debajo de la carga de la soledad,

debajo de la carga

de la insatisfacción

el peso,

el peso que cargamos

es amor.

¿Quién podría negarlo?

Toca al cuerpo en los sueños,

crea milagros en el pensamiento,

en la imaginación padece

hasta que se concreta en otro cuerpo

-y mira desde el corazón

ardiente en su pureza-

porque la carga de la vida

es el amor;

sin embargo llevamos la carga con fatiga,

por eso es que debemos descansar finalmente

en brazos del amor,

descansar en los brazos del amor.

Sin amor no hay descanso,

no se duerme sin sueños

de amor-

Y aunque estés loco, obsesionado

con ángeles o máquinas,

el deseo final es el amor.

-Nunca es amargo,

y no sabe negarse,

no sabe contenerse aunque lo nieguen

-es demasiado el peso.

-Y da sin esperar a cambio nada,

así como la idea nos es dada en soledad

en toda la excelencia de su exceso.

Los cuerpos tibios brillan juntos en lo oscuro,

la mano busca el centro de la carne,

la piel tiembla feliz

y el alma llega alegre al ojo-

Sí, sí,

esto es lo que quería,

es lo que siempre quise,

volver

al cuerpo

en que nací.

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.
Song


The weight of the world

is love.

Under the burden of solitude,

under the burden

of dissatisfaction

the weight,

the weight we carry

is love.

Who can deny?

In dreams it touches the body,

in thought constructs a miracle,

in imagination anguishes

till born in human

– looks out of the heart

burning with purity-

for the burden of life

is love,

but we carry the weight wearily,

and so must rest in the arms of love

at last,

must rest in the arms of love.

No rest without love,

no sleep without dreams

of love-

be mad or chill obsessed

with angels or machines,

the final wish is love

-cannot be bitter,

cannot deny,

cannot withhold if denied:

the weight is too heavy

-must give for no return

as thought is given in solitude

in all the excellence of its excess.

The warm bodies shine together in the darkness,

the hand moves to the center of the flesh,

the skin trembles in happiness

and the soul comes joyful to the eye–

yes, yes,

that’s what I wanted,

I always wanted,

I always wanted,

to return to the body where I was born.

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Allen Ginsberg


Canción

Aullido y otros poemas

Visor Libros

Madrid 1981

Traducción de Alejandro Crotto

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 Allen_Ginsberg


 

 

 

 

 

 

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