Nada.

No pegaba nada con tanta lluvia,

esa chaqueta de angorina rosa y botones de nácar

que él me regaló.

Tampoco encendimos una velita al apóstol,

porque un niño a nuestro lado acababa de darse un cabezazo

tremendo contra la pila bautismal,

y que hubo que consolarlo hasta que llegaron sus padres.

El museo nos desilusionó.

Yo me puse rara y él venga a mirar al cielo,

y al final un paseo dudosamente conciliador por los

soportales

-basta que a mí me hicieran gracia los punkies, para que

a él lo escandalizasen-,

después de mi vaso de leche y su maniática ginebra

“MG con Schweppes de naranja, por favor”.

Ah,

se me olvidaba contaros

que el frío fue la nota predominante del día

y que la noche, a pesar de todo, la pasamos juntos.

Espalda contra espalda.

 

 

 

Almudena Guzmán

Nada

El libro de Tamar

Melilla

Ciudad Autónoma de Melilla, 1989

Premio Ciudad de Melilla

2.ª ed., Granada, La General, 1991

 

 


 

 

 

 

 

 

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