Diván en Nueva York

.

Tú en la tristeza de los urinarios, ante las cánulas de bronce

(amor, amor en las iglesias húmedas);

ah, sollozabas en las barberías (en los espejos, los agonizantes

estaban dentro de tus ojos):

así es el llanto.

Y aquellas madres amarillas en el hedor de la misericordia:

así es el llanto.

Ah de la obscenidad, ah del acero.

Vi las aguas coléricas, y sábanas, y, en los museos, junto a la dulzura,

vi los imanes de la muerte.

Te desnudaron en marfil (ancianas, en los prostíbulos profundos) y te

midieron en dolor, oscuro:

así es el llanto, así es el llanto.

Ten piedad de tus labios y de mi espíritu en los almacenes;

ten piedad del alcohol en los dormitorios iluminados.

Veo las delaciones, veo indicios: llagas azules en tu lengua,

números negros en tu corazón:

ah de los besos, ah de las penínsulas.

Así es el llanto;

así es el llanto y las serpientes están llorando en Nueva York.

Así es el llanto.

.

 

 

 

 

 

Antonio Gamoneda

Diván en Nueva York

Lápidas

Editorial Abadas, 2006

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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