[ezcol_1half]

Hotel Insomnia

Me encontraba a gusto en mi pequeño agujero

la ventana daba a una pared de ladrillo.

En el cuarto de al lado había un piano.

Algunas tardes al mes

un viejo inválido venía a tocar

‘My Blue Heaven’.

Pero normalmente era un lugar tranquilo.

Cada cuarto tenía su araña con un pesado abrigo

y una mosca atrapada en su tela

de humo de cigarros y ensueño.

Estaba tan oscuro que no alcanzaba ni a ver mi cara

en el espejo cuando iba a afeitarme.

A las cinco de la mañana el sonido de

unos pies descalzos en el piso de arriba.

Era el gitano adivino.

Alguien en el local de la esquina

se levantaba a mear después de una noche de amor.

Una vez oí, también, el llanto de un niño.

Estaba tan cerca que pensé,

por un momento, que era yo quien lloraba.

 

[/ezcol_1half][ezcol_1half_end]

Hotel Insomnia

I liked my little hole,

Its window facing a brick wall.

Next door there was a piano.

A few evenings a month

a crippled old man came to play

“My Blue Heaven.”

Mostly, though, it was quiet.

Each room with its spider in heavy overcoat

Catching his fly with a web

Of cigarette smoke and revery.

So dark,

I could not see my face in the shaving mirror.


At 5 A.M. the sound of bare feet upstairs.

The “Gypsy” fortuneteller,

Whose storefront is on the corner,

Going to pee after a night of love.

Once, too, the sound of a child sobbing.

So near it was, I thought

For a moment, I was sobbing myself.

[/ezcol_1half_end]

Charles Simic


Hotel Insomnia

Versión de Ricardo Martínez Foz

elestablodepegaso.blogspot.com

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir