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Fletcher McGee

Fue ella quien me robaba la fuerza a cada instante,

quien me robaba la vida hora tras hora,

quien me dejó seco como una luna enfebrecida

que va debilitando al mundo sobre el que gira.

Pasaban los días como sombras,

rodaban los minutos como estrellas.

Fue ella quien transformó la pena de mi corazón en sonrisas.

Era un trozo de arcilla por esculpir.

Mis secretos pensamientos se convirtieron en dedos:

se alzaron hasta su frente pensativa

y la marcaron con la arruga del dolor.

Dieron forma a los labios, le hincharon las mejillas

y le hundieron los ojos en cuencas de dolor.

Mi alma penetró la arcilla

luchando como el mismo diablo.

No era mía, no era suya,

tenía otra distinta, pero su resistencia

le modeló un rostro que odiaba,

un rostro que me daba miedo mirar.

Cegué las ventanas, eché los cerrojos,

me acuclillé en un rincón…

Pero entonces se murió y me dio caza.

Me dio caza para los restos.

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Fletcher McGee


She took my strength by minutes,
  

She took my life by hours,
  

She drained me like a fevered moon
  

That saps the spinning world.
  

The days went by like shadows,
  

The minutes wheeled like stars.
  

She took the pity from my heart,
  

And made it into smiles.
  

She was a hunk of sculptor’s clay,
  

My secret thoughts were fingers:
  

They flew behind her pensive brow
  

And lined it deep with pain.
  

They set the lips, and sagged the cheeks,
  

And drooped the eye with sorrow.
  

My soul had entered in the clay,
  

Fighting like seven devils.
  

It was not mine, it was not hers;
  

She held it, but its struggles
  

Modeled a face she hated,
  

And a face I feared to see.


I beat the windows, shook the bolts.
  

I hid me in a corner
  

And then she died and haunted me,
  

And hunted me for life.

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Edgar Lee Masters

Fletcher McGee

Antología de Spoon River

gutenberg.org

lasrazonesdelaviador.blogspot.com.es

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

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