estigmas

Ella tenía una libreta

dónde recogía

los insultos de él.

Cuando discutían,

ella sacaba la libreta.

Él crujía los huesos

de sus manos.

Y comenzaban a insultarse.

En una de las escenas

a él no le dio tiempo

de crujirse los huesos.

Ella no escribió

nada

en la libreta

Se escribieron

las frases más contundentes

con la mano abierta.

Y las uñas.

Ella no sabe cómo

se escribe

eso

en la libreta.

Ahora pinta,

con maquillaje oscuro

sobre el estigma.

para que no

se note.

Su hijo utiliza

ahora

la libreta

para pintar casitas.

La maestra le ha dicho

que sus casitas

son muy raras.

No tienen ventanas.

Ni sol.

 

 

 

 

 

 


Eva Vaz

De Leña

islasenlared.blogspot.com

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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