Erat Hora


“Gracias, pase lo que pase.” Y entonces ella se volvió

y como un rayo de sol sobre flores colgantes

palidece cuando el viento las aparta,

se alejó de mí rápidamente. Más aún, pase lo

que pase,

fue una hora iluminada por el sol, y los

dioses más altos

de nada mejor pueden jactarse

que de haber visto esa hora transcurrir.


Erat Hora


“Thank you, whatever comes.” And then she turned

And, as the ray of sun on hanging flowers

Fades when the wind hath lifted them aside,

Went swiftly from me. Nay, whatever comes

One hour was sunlit and the most high gods

May not make boast of any better thing

Than to have watched that hour as it passed.

 

 

 


Ezra Pound


Erat Hora

Canzoni, 1911

Cantares y otros poemas

Selección y traducción Gerardo Gambolini

Buenos Aires, CEAL 1988

 


 

Constantemente repito que se necesitaron dos siglos de Provenza y uno de Toscana para desarrollar los instrumentos que
utilizó Dante en su obra maestra, y que fueron necesarios los latinistas del Renacimiento y la Pléyade, además del
lenguaje colorido de su propia época, para preparar los instrumentos de Shakespeare.
Es de enorme importancia que se escriba gran poesía, pero no importa en absoluto quién la escriba.
Si algo se expresó de una manera definitiva en la Atlántida o en la Arcadia, en el año 450 a. c., o en el 1290 de nuestra
era, no nos toca a los modernos decirlo de nuevo ni empañar la memoria de los muertos diciendo lo mismo pero con menos
habilidad y convicción. En cada época uno o dos genios descubren algo y lo expresan. Puede estar sólo en una o dos líneas,
o en alguna cualidad de una cadencia, y después veinte o doscientos o dos mil o más seguidores repiten y diluyen y modifican.
La gran literatura es sencillamente idioma cargado de significado hasta el máximo de sus posibilidades.
Tal como en medicina existen el arte de diagnosticar y el arte de curar, también en las artes, y en las artes particulares de la poesía …
existe el arte de diagnosticar y el de curar. Uno persigue el culto de la fealdad y el otro el culto de la belleza.
La mayoría de los llamados poetas mayores han regalado su propio don, pero el término de “mayor” es más bien un regalo que les hace Cronos a
ellos. Quiero decir que han nacido justamente a su hora y que les fue dado amontonar y arreglar y armonizar los resultados de los trabajos
de muchos hombres.


 

 

 

 

 

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