[ezcol_1half]     


The tomb at Akr Qaar

I am thy soul, Nikoptis. I have

watched

These five millennia, and thy dead

eyes

Moved not, nor ever answer my desire,

And thy light limbs, wherethrough I

leapt aflame,

Burn not with me nor any saffron thing.

See, the light grass sprang up to pillow

thee,

And kissed thee with a myriad grassy

tongues ;

But not thou me.

I have read out the gold upon the

wall,

And wearied out my thought upon the

signs.

And there is no new thing in all this

place.

I have been kind. See, I have left the

jars sealed,

Lest thou shouldst wake and whimper

for thy wine.

And all thy robes I have kept smooth on

thee.

thou unmindful ! How should I forget !

Even the river many days ago,

The river, thou wast over young.

And three souls came upon Thee ‘

And I came.

And I flowed in upon thee, beat them off ;

1 have been intimate with thee, known

thy ways.

Have I not touched thy palms and

finger-tips,

Flowed in, and through thee and about

thy heels ?

How * came I in ‘ ? Was I not thee

and Thee ?

And no sun comes to rest me in this place,

And I am torn against the jagged dark,

And no light beats upon me, and you say

No word, day after day.

Oh ! I could get me out, despite the marks

And all their crafty work upon the door,

Out through the glass-green fields. . . .

Yet it is quiet here :

I do not go.»

 [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]  

la tumba de akr qaar

Yo soy tu alma, Nikoptis. He acechado

Estos cinco milenios, y tus ojos muertos

No se han movido, ni responden nunca a mis deseos,

Y tus ágiles miembros, en los que yo saltaba ardiendo,

No se queman conmigo, ni con nada azafranado.

Mira, la leve hierba brotó para hacerte de almohada,

Y te besa con sus miles de lengüitas de hierba;

Pero no tú a mí.

Me he cansado de leer todo el oro del muro,

Y mi pensamiento ha agotado todos los signos.

Y no hay nada nuevo en todo este lugar.

Yo he sido buena contigo. Mira, he sellado las jarras,

No sea que despiertes y sollozes por tu vino.

Y todas tus túnicas las tengo asentadas sobre ti.

¡Oh, ingrato! ¡Cómo me olvidaré!

-Aun el río hace tanto tiempo,

¿El río? Tú eras demasiado joven.

Y tres almas vinieron sobre ti-

Y yo vine.

Y corrí dentro de ti, las eché;

He tenido intimidad contigo, conocido a tu modo.

¿No he tocado la palma de tus manos y la yema de

tus dedos?

¿Circulado dentro de ti, y en torno tuyo y de tus

talones?

¿Cómo ‘te entré’? ¿No era yo acaso tú y Tú?

Y ningún sol viene a darme descanso en este lugar,

Y me destrozo en la dentada sombra,

Y ninguna luz cae sobre mí, y tu no dices

Ni una palabra, día tras día.

¡Oh! Yo me podría salir, a pesar de los signos

Y todo el trabajo en la puerta hábilmente ejecutado,

Afuera sobre los campos de verdura de vidrio…

Pero aquí es quieto:

No me voy.
[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

[ezcol_1half]  

Ezra Pound

La tumba de Akr Aar

Personae

Ripostes

The shorter poems of Ezra Pound

New Directions Publishing

 [/ezcol_1half] 

 

Ezra-Pound

 

 

 

 


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.