[ezcol_1half]

Hierba de ciego

A Pussin, el normando,

le pidieron el regalo más hermoso

del mundo antiguo

para un museo de Roma.

No perdió ni una hora.

Eligió un puñado de tierra.

Esa materia extraña,

esa masa de sombras

que fermenta con la aurora.

Un puñado de tierra,

una costra de sangre,

una pútrida alma

salada

con el polvo de mármol de las estatuas.

Un puñado de tierra,

rescoldo de los inviernos,

un mundo antiguo soñando

con la elevación de la ortiga,

de la hierba de ciego,

en el molde de una mano.

 

[/ezcol_1half][ezcol_1half_end]

Herba do cego

A Pussin, o normando,

pedíronlle o agasallo máis fermoso

do mundo antigo

para un museo de Roma.

Non perdeu unha hora.

Elixiu unha presa de terra.

Esa materia estraña,

esa masa de sombras

que leveda coa aurora.

Un puñado de terra,

unha cotra de sangue,

unha pútrida alma

salgada

co po de mármore das estatuas.

Unha presa de terra,

un rescaldo de invernos,

o mundo antigo a soñar

na elevación da estruga,

da herba de cego,

no molde dunha man.

[/ezcol_1half_end]

 

 

.

Manuel Rivas

.

Hierba de ciego

La desaparición de la nieve

(A desaparición da neve / La desaparició de la neu / Elurraren urtzea);

versión al castellano: Manuel Rivas; al catalán, Biel Mesquida; al euskera: Jon Cortazar

Alfaguara, Madrid, 2009


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir