–
–
II.29
–
Retrato de un desconocido
–
Estás viendo, Rufo, a aquel que ocupa los primeros asientos, cuya mano
enjoyada reluce hasta desde aquí, cuyos mantos han absorbido tantas veces la púrpura
de Tiro, y cuya toga tiene orden de ganar [en blancura] a las nieves intactas, cuya
grasienta cabellera llena de perfume todo el teatro de Marcelo, y cuyos brazos
resplandecen lisos una vez depilados; las lengüetas de sus zapatos recién puestas se
apoyan sobre el calzado con hebilla de media luna, y un cuero de escarlata pinta su
pie sin lastimarlo, y numerosos lunares revisten su frente de estrellas. ¿No sabes qué
es? Quita esos lunares y lo leerás (536).
–
_____________________________________
–
II.29
–
Rufe, uides illum subsellia prima terentem,
cuius et hinc lucet sardonychata manus
quaeque Tyron totiens epotauere lacernae
et toga non tactas uincere iussa niues,
cuius olet toto pinguis coma Marcelliano
et splendent uolso bracchia trita pilo,
non hesterna sedet lunata lingula planta,
coccina non laesum pingit aluta pedem,
et numerosa linunt stellantem splenia frontem?
ignoras quid sit? splenia tolle, leges.
–
–
Marco Valerio Marcial
–
Epigramas, II,29
Institución «Fernando el Católico» (CSIC)
Excma. Diputación de Zaragoza
Zaragoza, 2004
(536) Servían para disimular las marcas del hierro impresas en la frente de los esclavos. Splenia podrían
ser también “cintas, vendas, diademas” o “parches, apósitos” que, puestos como adorno sobre la frente,
ocultaban esas señales.
–
0 comentarios