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Olvidar los tulipanes

Hoy, en la terraza, señala con su bastón y pregunta:

«¿Cómo llamas a esas flores?»

De vacaciones, en Dublín, en los años sesenta

compró los cinco bulbos originales por una libra.

Los plantó y los fertilizó durante treinta y cinco años.

Los hizo crecer, los dividió,

los almacenó en el galpón sobre alambre tejidos

listos para plantar en hilera,

corolas rojo y amarillo intenso:

tesoro transportado en galeones

desde Turquía a Ámsterdam, tres siglos antes.

Ahora en abril se balancean con un viento de Donegal,

encima de las delgadas hojas de los adormecidos crisantemos.

Un hombre que cavó surcos derechos y que recogió negras plantas de grosellas,

que enseñó a hileras de niños las partes de la oración,

tiempos y declinaciones

debajo de un mapamundi de tela cuarteada;

al que le encantaba enseñar la historia

de Marco Polo y de sus tíos que, desalineados,

volvían a casa al cabo de diez años de viaje,

tajeando entonces el forro de sus abrigos

para dejar caer los rubíes traídos de Cathay;

ahora, perdiendo primero los sustantivos,

está de pie junto a su cantero de flores y pregunta:

«¿Cómo llamas a esas flores?»

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Forgetting Tulips

Today, on the terrace, he points with his walking-stick and asks

“What do you call those flowers?”

On holiday in Dublin in the sixties

he bought the original five bulbs for one pound.

He planted and manured them for thirty-five years.

He lifted them, divided them,

stored them on chicken wire in the shed,

ready for planting in a straight row,

high red and yellow cups-

treasure transported in galleons

from Turkey to Amsterdam, three centuries earlier.

In April they sway now, in a Donegal wind,

above the slim leaves of sleeping carnations.

A man who dug straight drills and picked blackcurrants,

who taught rows of children parts of speech,

tenses and declensions

under a cracked canvas map of the world-

who loved to teach the story

of Marco Polo and his uncles arriving home,

bedraggled after ten years journeying,

then slashing the linings of their coats

to spill out rubies from Cathay-

today, losing the nouns first,

he stands by his flower bed and asks

“What do you call those flowers?

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Moya Cannon

Carrying the songs

Editor: Carcanet Poetry,  2011

Traducción de Jorge Fondebrider

periodicodepoesia.unam.mx

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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