Las viejas del océano

 

 

Al grave mar vienen las viejas

con anudados pañolones,

con frágiles pies quebradizos.

 

Se sientan solas en la orilla

sin cambiar de ojos ni de manos,

sin cambiar de nube o silencio.

 

El mar obsceno rompe y rasga,

desciende montes de trompetas,

sacude sus barbas de toro.

 

Las suaves señoras sentadas

como en un barco transparente

miran las olas terroristas.

 

Dònde irán y dònde estuvieron?

Vienen de todos los rincones,

vienen de nuestra propia vida.

 

Ahora tienen el océano,

el frío y ardiente vacío,

la soledad llena de llamas.

 

Vienen de todos los pasados,

de casas que fueron fragantes,

de crepúsculos quemados.

 

Miran o no miran el mar,

con el bastòn escriben signos,

y borra el mar su caligrafía.

 

Las viejas se van levantando

con sus frágiles pies de pájaro,

mientras las olas desbocadas

viajan desnudas en el viento.

 

 

 

Pablo Neruda

Las viejas del océano
De Estravagario (1958)
Losada, 2010
Buenos Aires

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

la no vida

 

sin espacio para la expresión
del dolor, —como hacen los artistas.

 

es posible

 

Es fácil y probable,
que al pasar los años, se desconozcan

 

belleza

 

Era tan guapa
que no llamaba
la atención