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El granero

El maíz triturado yacía apilado como migas de marfil

O sólido como el cemento en sacos de dos asas.

La mohosa oscuridad almacenaba una armería

De instrumentos de labranza, rejas de arado, arneses.

El suelo era gris ratón, suave, de frío cemento.

No había ventanas, sólo dos estrechas vigas

De motas doradas, cruzadas, desde los respiraderos

En lo alto de cada gablete. La puerta única impedía las corrientes

Durante todo el verano cuando el zinc ardía como un horno.

El filo de una guadaña, una pala limpia, los dientes de una horca:

Objetos lentamente brillantes cuando uno entraba.

Después sentías las telarañas obstruyéndote los pulmones

Y te escabullías rápidamente al corral soleado

Y por las noches, cuando los murciélagos revoloteaban

Sobre las traviesas del sueño, donde brillantes ojos acechaban

Desde las pilas de grano en las esquinas, fieros, sin pestañear.

La oscuridad engullía como un inmenso techo. Yo era bálago

Para ser picoteado cuando los pájaros entraban por los respiraderos.

Me ponía boca abajo para ahuyentar el miedo de arriba.

Los sacos de dos asas se acercaban como grandes ratas ciegas.

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The barn


Threshed corn lay piled like grit of ivory

Or solid as cement in two-lugged sacks-

The musty dark hoarded an armoury

Of farmyard implements, harness, plough- socks.

The floor was mouse-grey, smooth, chilly concrete.

There were no windows, just two narrow shafts

Of gilded motes, crossing, from air-holes slit

High in each gable. The one door meant no draughts

All summer when the zinc burned like an oven.

A scythe’s edge, a clean spade, a pitch-fork’s prongs:

Slowly bright objects formed when you went in.

Then you felt cobwebs clogging up your lungs

And scuttled fast into the sunlit yard

And into nights when bats were on the wing

Over the rafters of sleep, where bright eyes stared

From piles of grain in corners, fierce, unblinking.

The dark gulfed like a roof-space. I was chaff

To be pecked up when birds shot through the air-slits.

I lay face-down to shun the fear above.

The two-lugged sacks moved in like great blind rats.

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Seamus Heaney

Death of a Naturalist

Death of a Naturalist, 1966, 1991

Muerte de un Naturalista

Traducción: Margarita Ardanaz, 1996

Edición bilingüe

Ediciones Hiperión

Madrid

Original: Death of a Naturalist

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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