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So-And-So Reclining on Her Couch

On her side, reclining on her elbow.

This mechanism, this apparition,

Suppose we call it Projection A.

She floats in air at the level of

The eye, completely anonymous,

Born, as she was, at twenty-one,

Without lineage or language, only

The curving of her hip, as motionless gesture,

Eyes dripping blue, so much to learn.

If just abover her head there hung,

Suspended in air, the slightest crown

Of Gothic prong and practick bright,

The suspension, as in solid space,

The suspending hand withdrawn, would be

An invisible gesture. Let this be called

Projection B. To get at the thing

Without gestures is to get at it as

Idea. She floats in the contention, the flux

Between the thing as idea and

The idea as thing. She is half who made her.

This is the final Projection C.

The arrangement contains the desire of

The artist. But one confides in what has no

Concealed creator. One walks easily

The unpainted shore, accepts the world

As anything but sculpture. Good-bye

Mrs. Pappadopoulos, and thanks.

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una cualquiera se reclina en su diván

Sobre su costado, apoyada en su codo.

Este mecanismo, esta aparición,

supongamos llamada Proyección A.

Flota en medio del aire a nivel

del ojo, del todo anónima,

nacida, pues lo fue, a los veintiuno,

sin linaje ni lenguaje, solo

la curvatura de la cadera, como un inmóvil gesto,

ojos empapados de azul, tanto que aprender.

Si justo sobre su cabeza estuviera colgada,

suspendida en el aire, la más débil corona

de puntas góticas y el brillo de costumbre,

la suspensión, como en un espacio sólido,

retirada la mano suspendida, sería

un gesto invisible. Que esto se llame

Proyección B. Alcanzar la cosa

sin gestos es alcanzarla como

idea. Flota en la contienda, el flujo

entre la cosa como idea y

la idea como cosa. Ella es a medias quien la hizo.

Esta es la definitiva Proyección C.

La distribución contiene el deseo del

artista. Pero uno confía en aquello que no tiene

un creador escondido. Uno recorre fácilmente

la costa sin pintar, acepta que el mundo

sea cualquier cosa menos una escultura. Adiós,

señora Pappadopoulos, y gracias.

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Wallace Stevens

Una cualquiera se declina en su diván

Transport to Summer, 1947

Poemas tardíos

Lumen 2010

Barcelona

 

 


 

 

 

 

 

 

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