un terrorista: él observa

La bomba explotará en el bar a las trece veinte.

Ahora apenas son las trece y dieciséis.

Algunos todavía tendrán tiempo de salir.

Otros de entrar.

El terrorista ya se ha situado al otro lado de la calle.

Esa distancia lo protege de cualquier mal

y se ve como en el cine:

Una mujer con una cazadora amarilla: ella entra.

Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.

Unos chicos con vaqueros: ellos están hablando.

Trece diecisiete y cuatro segundos.

Ese más bajo tiene suerte y sube a una moto,

y ese más alto entra.

Trece diecisiete y cuarenta segundos.

Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.

Sólo que de repente ese autobús la tapa.

Trece dieciocho.

Ya no está la niña.

Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,

eso ya se verá cuando vayan excavando.

Trece diecinueve.

Y ahora como que no entra nadie.

En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.

Pero parece que busca algo en sus bolsillos y

a las trece veinte menos diez segundos

vuelve a buscar sus miserables guantes.

Son las trece veinte.

Qué lento pasa el tiempo.

Parece que ya.

Todavía no.

Sí. ahora.

Una bomba: la bomba explota.

 

 


Wislawa Szymborska

Dos puntos

Igitur

2007 Tarragona

Traducción de Oscar Aguilera F.

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel

 

la vista atrás

 

Me recuerdo de niño, solo en mi soledad.
Notaba que mi vida no era real.