Brenda y Talco

 

– Mira, Brenda, yo te querría desde los cuatro puntos cardinales, norte, sur, este y oeste,

pero no sé qué me pasa, cielo, estoy como nublado, o con mucho viento, o de noche, sí,

quizá estoy como de noche, oscuro y medio perdido.

– Talco, llevas poniéndome excusas tontas desde hace más de tres años… vamos a ver,

¿tú me quieres o no?

– Yo creo que en general sí, en general te quiero, Brenda.

– En general ¿cuánto? ¿mucho, poco, a ratos, depende, según, sin en cambio?

– En general bastante, Brenda.

– ¿Un bastante más bien mucho o más bien poco o un bastante bastante?

– Mujer, un bastante bastante sí, yo te diría que tirando a más, pero en general

te quiero bastante.

– A ver, ¿querrías vivir conmigo?

– Brenda, siempre lo mismo. ¿Vivir de vivir, juntos, todos los días?

– Eso.

– Así vivir vivir… yo creo que podríamos vivir juntos en general, no sé, algo así como empezar

a vivir juntos, de cuando en cuando.

– Pero Talco, si llevamos dos años viviendo juntos en general, de cuando en cuando.

– Ya, pero si te fijas, en general cada vez vivimos más juntos.

– Sí, hace un año que los martes comemos juntos, eso ya es más juntos que antes.

– Mujer, dicho así… no es la comida de los martes, es que en general cada vez vivimos más

juntos. No sé, en general compartimos más cosas, como que nos vamos conociendo más.

– En general.

– Sí, en general. Yo te querría desde los cuatro puntos cardinales, Brenda, norte, sur, este y

oeste, desde el mar, desde el cielo, desde los fiordos noruegos, desde todas partes, cari,

pero no sé qué tengo, es como una indecisión, como una incertidumbre, algo que no me

deja encontrarme, que no me deja ser yo mismo.

– Ya, en general.

– Sí, eso, tú lo has dicho, en general, ¿ves como nos vamos conociendo cada vez más?

 

– 

A veces, la vida es dura e imperiosa como una compulsiva enfermedad, que hasta puede matar

de agotamiento. Otras veces, en cambio, es blanda y sumisa como la más obediente de las novicias

del convento de Santa Nona. Hay de todo, claro.

 

 

 

 

 

 

Narciso de Alfonso 

Parejas vivas


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir