una noche de julio

 

Mi padre está muerto a cambio de nada. 

Cuando se le helaron los pies

-uñas torcidas de inmigrante-

yo le debía el universo y algunas blasfemias,

y sólo tenía papeles mojados para cubrirlo.

En una despedida que no valía la pena,

que no estuvo a la altura de los hechos.

una noche de julio de 1955.

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

identidad

 

vivo en mi tiempo
fuera de mi tiempo

 

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel