retrato

[ezcol_1half]    

Si los elegidos de los dioses mueren jóvenes,

¿qué hacer con el resto de la vida?

La vejez es un abismo ya que la juventud es la cima.

Yo no me muevo de aquí.

Aunque sea de una pierna seguiré siendo joven.

Me aferró al aire

con una especie de bigotes de ratón.

En esta posición vuelvo a nacer constantemente.

No conozco otro truco.

Pero siempre serán yo:

los guantes mágicos,

el cotillón en cruz de la primera mascarada,

el falsete de los manifiestos juveniles,

el rostro del sueño de la costurera con el crupier,

los ojos arrancados que me gustaba pintar

esparciéndolos como garbanzos desde la vaina,

porque ante este espectáculo temblaban los muslos muertos

de la rana pública.

[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] 

Sorpréndanse también ustedes.

Sorpréndanse hasta cien toneles de Diógenes,

que le gano en ideas.

Conjuren

un eterno comienzo.

Esto que tengo en los dedos

son arañas que mojo en la tinta

y arrojo al lienzo.

De nuevo estoy en el mundo.

Florece un nuevo ombligo

en el vientre del artista.

[/ezcol_1half_end]

Wislawa Szymborska

Poesía no completa

Sal 1962

Edición y traducción de

Gerardo Beltrán, Abel A. Murcia

2ª edición

FCE, México, 2008


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

las tardes – Vicente Gallego

 

Pero los días, al pasar, no son
el generoso rey que cumple su palabra,
sino el ladrón taimado que nos miente.

 

exilio

 

Miraba la vida desde la ventana
de mis ojos,