Ceremonia solitaria alrededor de un tintero

Todo el mundo huye de mi corazón

Porque parece un cocodrilo. Todo el mundo dice

Que no soy un hombre sino un árbol derribado. Nadie sabe

Que entre mis ojos de niño y mi pecho cansado

Hay solamente musgo, llanto, flores indecibles,

Versos que parecen de oro puro

Y no son sino fragmentos de una estrella de papel.

No es culpa mía si estoy hecho de cristales amargos,

De irremediable ceniza y líquidos ardientes

Que se disputan mi ternura y sin cesar empujan

Dolorosas poleas, émbolos y ruedas escarlata.

Soy solamente un puñado de tierra que tropieza,

Un insolente juguete de cabellos negros

Y dientes amarillos. No es culpa mía

Si no parezco de carne y hueso, si bajo mi sombrero

Y mi pantalón gastado palpita un cielo puro,

Si todo el mundo dice que no amo a la gente

Porque me pongo una corbata y observo el firmamento,

O porque estoy hecho de sustancias aciagas,

De sonrientes materias que sollozan y sollozan

Y sollozantes materias que sonríen y sonríen.

Soy solamente un animal que escribe y se enamora,

Un laberinto de células y ácidos azules,

Una torre de palabras que nunca llega al cielo

Porque no toca ni se apoya en los luceros,

Sino en mi pobre corazón siempre en tinieblas,

Siempre en el fondo de un tintero,

Como si fuera un cocodrilo

 

.
Jorge Eduardo Eielson


Ceremonia solitaria alrededor de un tintero

Vivir es una obra maestra

Editorial Ave del paraíso

Madrid 2003

 

 


 

 

 

 

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