–
–
–
–
–
Veo el caballo agonizante junto al pozo de aguas oscuras y las gallinas a su alrededor.
El rocío afila su pureza bajo los dientes amarillos y el crepúsculo acude a las desiertas pupilas
(sombra de las higueras, serenidad de la hierba, profundidad del aire atravesado por vencejos).
Veo la espalda de la indiferencia, los corredores destinados a la contemplación del hastío
entre las altas begonias, entre las grandes hojas soñolientas.
Siento la curiosidad de los perros y la piedad de las mujeres: es el paisaje de la infancia,
el olor incorporado a mi espíritu en los accesos de la edad.
–
–
–
–
–
–
–
–
–
–
edad
VII
Lápidas
1977-1986
–
–
–
–
–
–
0 comentarios