Espuma

– 

Miro la espuma, su delicadeza

que es tan distinta a la de la ceniza.

Como quien mira una sonrisa, aquella

por la que da su vida y le es fatiga

y amparo, miro ahora la modesta

espuma. Es el momento bronco y bello

del uso, el roce, el acto de la entrega

creándola. El dolor encarcelado

del mar, se salva en fibra tan ligera;

bajo la quilla, frente al dique, donde

existe amor surcado, como en tierra

la flor, nace la espuma. y es en ella

donde rompe la muerte, en su madeja

donde el mar cobra ser, como en la cima

de su pasión el hombre es hombre, fuera

de otros negocios: en su leche viva.

A este pretil, brocal de la materia

que es manantial, no desembocadura,

me asomo ahora, cuando la marea

sube, y allí naufrago, allí me ahogo

muy silenciosamente, con entera

aceptación, ileso, renovado

en las espumas imperecederas.

 

 

 

 

 

 

Claudio Rodríguez

 –

Espuma

«Alianza y condena», 1965

Poesía completa (1953-1991)

Noviembre 2001

España

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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