Dale tiempo al corazón,
estudia a fondo sus mecanismos de defensa,
raciona severamente sus reservas de luz y de aire
y de agua,
antes de que crezcan los árboles del invierno
y ahoguen su espacio otoñal en el bosque.
Dale tiempo al corazón,
todavía puedes,
hazlo con esa inteligencia y esa capacidad de análisis
que te caracteriza,
como si su vida dependiera de un problema de matemáticas
a resolver.
Pero resuélvelo pronto. Mira que ya viene el frío
y la comparsa del hielo a retirarte el examen.
Almudena Guzmán
de Calendario
Hiperión
Madrid
1998
en el blog Emma Gunst
[emmagunst.com.ar]

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

la no vida

 

sin espacio para la expresión
del dolor, —como hacen los artistas.

 

es posible

 

Es fácil y probable,
que al pasar los años, se desconozcan

 

belleza

 

Era tan guapa
que no llamaba
la atención