Bajo un tiempo de vigilia hindú
Cualquiera intenta que me deje acariciar la cabeza
en la azotea lunar.
Un cisne-ciruja, hablando sin cesar de
alquimia, quema diarios.
Ebelina, sentada en el amanecer
del frente de mi casa, hace telequinesis con
el mar, me acaricia
el cabello, intenta hacerse amiga de las piedras.
Perseverante, arrastra el tiempo, palpa el asco.
Mabel Bellante
Ebelina
textosintrusos – Argentina
1ª Edición – 2014
*Cualquiera: personaje del libro.
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