París Vle 29, rue Cassette

7 de octubre de 1907 (lunes)

Esta mañana estuve de nuevo en el Salon

d’Automne. Volví a encontrar a Meier-Graefe

ante los Cézannes. El conde Kessler también

estaba allí y me dijo muchas cosas agradables

sobre el Libro de las Imágenes que él y Hofmannsthal

se habían leído mutuamente. Todo

eso acontecía en la sala de Cézanne que siempre

vuelve a cautivar con sus intensos cuadros. Tú

sabes que en las exposiciones siempre me resultan

mucho más interesantes las personas que las

recorren, que los cuadros. También sucede lo

mismo en este Salon d’Automne, salvo en la sala

de Cézanne. Allí toda la realidad está de su

parte: en ese azul suyo, denso y algodonado,

en su rojo y su verde sin sombras y el negro

rojizo de sus botellas de vino. Cuánta pobreza

tienen en él todos los objetos: las manzanas,

son todas manzanas de cocina y las botellas

de vino parecen hechas para los bolsillos deformados,

agrandados de abrigos viejos. Adiós

Rainer María Rilke

Cartas sobre Cézanne

Traducción de Andres Pagni

Editorial Goncourt

Buenos Aires, 1978


 

 

 

 

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