fabio morábito

 

delante de un prado una vaca

 

 

las moscas no vuelan

 

 

 

Las moscas no vuelan,

vuelan los pájaros,

las mariposas,

vuelan los aviones, los papalotes,

no las moscas,

que se impulsan por un aire

que aún no se repone de otros vuelos,

reblandecido y tibio,

donde apenas se respira,

se transmiten las bacterias

y las alas son de adorno.

Moscas horrendas,

pero entre cuatro muros

y bajo el mismo foco su zumbido

saca del tedio a la más joven del prostíbulo.

Sigue a la mosca que se estrella contra el vidrio,

se levanta a abrirle la ventana

y, ya abierta,

se asoma con los gestos neutros

de cuando aún no era una puta.

Las putas no se asoman,

se asoman los párrocos,

las damas gordas,

se asoman los abogados, los profesores,

no las putas, recluidas

en un aire tibio

donde apenas se respira,

se transmiten las bacterias

y las alas son de adorno.

Putas horrendas,

pero entre cuatro muros

y bajo el mismo foco su ronquido

saca del tedio a la mosca del prostíbulo.

Planea sobre la puta que se quedó dormida,

empieza a recorrer su cara,

se asoma por la boca abierta

y, ya adentro, busca unos restos de comida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

fabio morábito

delante de un prado una vaca

Ediciones Era

2011

1ª edición

México

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir