para Vladimira Pound de Zembla,
esa zemblina que a veces nos visita
josé emilio pacheco
el mar sigue adelante
de: Islas a la deriva
El mar sigue adelante
Entre tanto guijarro de la orilla
No sabe el mar en dónde ha de romperse.
¿Cuándo terminará su infernidad que lo ciñe
A la tierra enemiga,
Como instrumento de tortura,
Y no lo deja agonizar,
No le otorga un minuto de reposo?
Tigre entre la hojarasca
De su absoluta impermanencia.
Las vueltas
Jamás serán iguales;
La prisión
Es siempre idéntica a sí misma.
Y cada ola quisiera ser la última,
Quedarse congelada
En la boca de sal y arena
Que está diciendo siempre: adelante.
Ξ
Sabes bien lo qué dedicas y por qué. Gracias amigo. Mucho se de prisiones que son como ascensores que no se abren, en los que estás encerrada y suspendida sobre el vacío.
Gracias de nuevo.
Vladimira
PD:*No soy zemblana, soy zemblina. Esta puntualización ya la hice.
Pero, Vlad, nosotros no retenemos propiamente las palabras, sino aquello
que incluyen.
Así con zemblina: es un término más entrañable, más tierno que zemblana,
sin duda. Y además, acaba, como es propio de la letra i, reduciéndose, como
un diminutivo [la letra a de -ina, es neutra de intención, sigue el destino de
la letra i de -ina]. Zemblana, en cambio, se abre 2 veces: una vez con cada letra
a de -ana.
En suma, zemblina se afila para entrar en la intimidad, mientras que zemblana
se abre y abre [con cada letra a de -ana] y es como la desembocadura de un río
en delta: abre un ámbito de letras a antes de morir.
Ejem, creo que no se trataba de esta defensa, pero cuando me he dado cuenta
ya estaba escrita: disculpa, me olvidé de zemblina.
Narciso
Quizá soy más de estilete que de martillo. De todas formas este es nuestro gentilicio y no lo he elegido yo.
Gracias por tu reflexión
Vlad