joseph roth: de el espejo ciego

 

 

 

 

 

La gente era orgullosa y atrevida. Sin duda salían de casas grandes, impersonales, vigiladas,

y de ricas habitaciones en las que un espejo colgado en cada pared sometía los modales

de sus propietarios a un control permanente, corrigiéndolos hasta alcanzar la perfección.

 

Pero quien, como nosotras, sale de una casa estrecha y crece en una habitación en la que cuelga

un espejo ciego, durante toda su vida sigue siendo una persona pusilánime e insignificante.

 

 

 

 

 

 

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