julieta valero

altar de los días parados

otra mujer

los días parados

agosto galicia

valero julieta

altar agosto

altar otra mujer

agosto agosto

 

galiciaagosto-otra mujer

 

En estos días de verano

una mujer discontinua, pariente de olas y sórdidos menajes.

En este verano plagado de días para los que no tengo alimento

una mujer arrasada y sinembargo.

 

Y me mira, me mira enseñando el sistema nervioso,

a mí, sólo a mí, que me pongo hermosa de privilegio;

se abre la camisa y tiene dos llagas para mí,

que me revelo deseable como un desarraigo

e ingreso en la vida azarosa de los espías.

 

Una mujer arrasada y aún es tiempo.

 

Y en mí conoce al fin puente y calidez.

 

«Trabaja con las manos» —alguien dice—.

«Se le cayó el alma en un descuido y 

la saca los domingos de paseo»

—susurran sus órganos, todos con fiebre—.

Y yo sé más de lo que debiera

escuchando su cuerpo de último esfuerzo por todo;

su cuerpo brotado a destiempo en un bosque

de árboles esbeltos como niñas

(«todas eran más guapas» —admitía su madre—).

 

Hoy son muchos los hombres y mujeres que corren a escuchar

lo que canta su desnudo.

 

 

¡Oh tierra que pace once meses bajo el agua!

¡Oh cuerpo hermano al borde del abismo!

Dadme plaza en este mes que a todos los ojos convoca.

 

La casa que habitamos apenas ha notado un susurro.

Los árboles de ahí fuera nos distan con jurásica piedad.

 

 

Se irán las diminutas clavículas de mi perro, que sostienen su tanto,

te llorarán los pechos con pena cada día más blanda.

Y me muero, me estoy muriendo en el sol,

me estoy muriendo de una pequeña dimensión

porque toco la vida y es tan frágil que me enferma.

Me muero de pena por todo lo innombrado

esa mujer y su puente hacia mi rostro.

 

 

Una fina  corriente arrastra pronto el luto.

Soy desleal tal cual tomo aliento.

 

Viene mi amante, entran los días; yo diré si me tocan.

Bajo al comedor y ya te estás diluyendo, no nos hemos sucedido.

Silencio. Nuevos visitantes.

 

 

 

 

 

julieta valero

de Altar de los días parados

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir