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LE CADRE

 

Comme un beau cadre ajoute à la peinture,
Bien qu’elle soit d’un pinceau très-vanté,
Je ne sais quoi d’étrange et d’enchanté
En l’isolant de l’immense nature,

Ainsi bijoux, meubles, métaux, dorure,
S’adaptaient juste à sa rare beauté ;
Rien n’offusquait sa parfaite clarté,
Et tout semblait lui servir de bordure.

Même on eût dit parfois qu’elle croyait
Que tout voulait l’aimer ; elle noyait
Sa nudité voluptueusement

Dans les baisers du satin et du linge,
Et, lente ou brusque, à chaque mouvement
Montrait la grâce enfantine du singe.

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EL MARCO

 

Como un bonito marco añadido a la pintura
aun siendo esta de un pincel muy alabado,
no sé qué diablos de raro y encantador
levantándose de la inmensa naturaleza,

también las joyas, muebles, metales, el dorado,
se adaptaban solo para su extraña belleza;
nada ofendía su perfecta claridad,
y todo parecía servirle de límite.

Incluso se hubiera dicho a veces que creía
que cualquiera quiso amarla; ella ahogaba
su desnudez como si su apetito creciese al saciarse

en los besos de satén y sábana,
y, lenta o repentina, en cada movimiento
mostraba la gracia infantil del mono.

 

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