manuel vilas: el hundimiento: II. montevideo: la libertad

 

 

 

 

el hundimiento

2015

 

la libertad

 

 

 

 

 

Has de saber que no todos los hombres
ni todas las mujeres somos iguales.

 

Has de saber que hay seres humanos ruines.

 

Has de saber que hay seres humanos bondadosos.

 

Has de saber que hay seres humanos vulgares.

 

Te mentirán muchas veces.

 

Intenta no mentir tú a cambio.

 

Acabarás mintiendo.

 

Puede ser que el tamaño de tu sufrimiento
por haber mentido sea cien millones de veces más grande
que el tamaño de tu mentira, ¿quién puede saber eso?
Solo tú, tendrás que soportarlo.

 

Has de saber que existen los pusilánimes:
viven y mueren bajo un extraordinario silencio
que tal vez acabes envidiando, yo no.

 

Intenta que nadie note nunca que sabes
que no todos los seres humanos somos iguales.

 

Intenta santificar tu vida, hacerla alta, rara, compleja.

 

Asesina sin piedad a quien se atreva a juzgarte.

 

No dejes vivo a nadie que intente juzgarte
ni en este ni en el otro mundo, ni dejes vivo
a quien escuche juicio alguno sobre tu identidad y tu vida.

 

Tu vida está fuera del juicio de los hombres
y más aún de los dioses, porque no existen.

 

Tu vida es un acontecimiento universal,
la única verdad desde la formación de la materia
y la única verdad que sobrevivirá al hundimiento de la materia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

manuel vilas
poesía completa
1980-2018

volumen MLIX de la colección Visor de Poesía
2ª edición, enero 2019
3ª edición, noviembre 2019

visor libros
madrid

1 Comentario

  1. NdAlfonso

    Este no es un buen poema de Vilas pero es un poema de Vilas,
    bueno porque es de Vilas. Los primeros versos obvios y demasiado
    separados; después algunas propuestas prescindibles, alguna de ellas
    más acertada o mejor dicha. Y el final más bien excesivo, con esas
    afirmaciones absolutas que a Vilas le gustan.

    Sin embargo no son versos débiles y derivativos, como los del mejor
    Borges. El poema tiene el sello de Vilas, esa manera de decir con altibajos
    y absolutos que nos hace leer con inquietud, esperando que lleguen versos
    como estos:

    «me hubiera gustado tender tus bragas yo mismo, tus faldas, tus blusas»;

    «esa transparencia del agua es lo más hermoso de la tierra»;

    «pero ya nadie tiene madre, ni familia, ni patria»;

    «te mataré, lo juro».

    Todos ellos de un solo poema, Portugal.

    ndalfonso

    Responder

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