manuel vilas · el hundimiento · IV: madrid · la fenêtre
la fenêtre
La luz de las cosas ya no está conmigo.
Una escalera de un edificio público es el arrancamiento
de tu pulmón derecho; parar un taxi y la mirada del taxista
son la corrupción de tu hígado en vida, de las nubes, del sol;
llamar por teléfono es el estómago hecho trizas;
deambular por el pasillo de tu casa a las cinco
de la madrugada. insomne, ebrio, es el terror.
Tu mundo salta en mil pedazos
y tú no sabes saltar por la ventana.
La primera palabra que oíste, con siete años
(fue en el colegio, cuando un cura escolapio os dijo:
«niños, una buena noticia,
este año tendréis profesora de francés»)
en otra lengua, fue esa: La fenêtre.
Fue la primera palabra que nos enseñó aquella mujer.
¿Dónde está esa mujer ahora? Imagino que muerta,
necesitaría hablar con ella, preguntarle
por qué eligió esa palabra tan diferente a la española.
Era una palabra infantil y ahora es un destino.
Esperamos la muerte del cielo, con esperanza.
Espero que mi padre abra la fenêtre de un piso undécimo
y me diga: «salta, amor, salta y ven conmigo
a esta nada sobrenatural, al alegre pasado,
el pasado de un padre y su hijo, cogidos de la mano».
manuel vilas
poesía completa
1980-2018
3ª edición corregida y aumentada
noviembre 2019
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madrid
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