Lara-Stone

                                merodeos populares: lara

Se dice que el sentido común es una colección de prejuicios establecidos a los dieciocho años.

Es posible, no sé. Lara viene a ser el contrasentido común, o mejor –ya que el contrasentido es

otra forma de sentido común, sólo que por oposición- Lara es el sinsentido común, pero no tanto

–quizá- por originalidad o extravagancia, sino sobre todo por carácter –o por falta de carácter, que

es una terminología ambigua-.

En súmula, se trata de una mujer poco disciplinada, poco dócil, impulsiva, tal vez con sus ritmos

personales de actividad y descanso, con unos deseos urgentes y una tendencia directa a la libertad.

Todo esto se nota, se expresa, se manifiesta en su belleza, que a menudo tiene un punto –o una línea-

de desgarro, como si la mezclara con su pasión, con su drama, de manera que es una belleza dura,

despojada, seria, tal vez de intensidad irregular, sin decoraciones innecesarias.

Tiene una arrancada de caballo, es temperamental: se dice que un buen viajero no sabe adónde va,

pero que un viajero perfecto no sabe tampoco de dónde viene. Lara tiene una belleza arisca, tan pura

que es difícil respirar en ella, como es difícil respirar en el absoluto.

No hay límites, pero si uno cree en ellos, los límites aparecen. Lara sabe que no hay límites y no cree

–ni mucho menos- en ellos, lo que la hace a veces una mujer excesiva, desmesurada, ardiente en sus

deseos –‘como todo ser nacido para la libertad’-dijo el poeta. En el rebaño no hay gente feliz, sino, en

todo caso, contenta o satisfecha, que son los equivalentes animales de la felicidad.

Lara no está para perder el tiempo con tonterías porque sabe de manera muy aguda que se va a morir,

lo cual no supone prisa, sino seriedad, gravedad: es una actitud que se obtiene tirando el reloj –que es sólo

una estupidez con mecanismo- y comprendiendo, sin embargo, que entre la salida del sol y el ocaso hay

más tiempo del que un hombre necesita. En general, conviene también haber decidido que la vida vale la pena

de ser vivida. Es entonces, con tal actitud, cuando se presentan –y se afrontan- los momentos sagrados, que

son los que modifican el significado de las cosas, del mundo, de la vida.

Lara es, tal vez, de las personas que se arriesgan a ir demasiado lejos: sólo ellas pueden descubrir lo lejos

que pueden llegar.

Vestida de negro y negro, está hermosa como la destrucción, como la verdad, como la muerte.

 

 

 

 

 

 

 

Narciso de Alfonso

Merodeos populares: Lara


 

 

 

 

 

 

 

 

1 Comentario

  1. Narciso de Alfonso

    hermanos, camaradas, amigos, despedidme del sol y de los trigos: lo dijo miguel hernández antes de

    que lo murieran de hambre en la cárcel. Claro que murió en el 41-42 y la guerra había acabado en el 39…

    estaba de ¿prisionero de guerra? ¿prisionero hasta que muriera? no sé.

    Bien, como he visto que no había novedades, pues escribo este comentario, sin que me esté despidiendo, es

    el primer verso que me ha salido, quizá porque se escribía solo en las paredes de la noche, cuando entonces,

    aunque miguel hernández ya hubiera entregado el alma, que es lo que estaban esperando que hiciera.

    Nosotros, que nos queremos tanto.

    Un saludo cordial a quien lea esto…

    Narciso de Alfonso

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

después del incidente

 

Sigue creyendo que la luna vierte
su locura inconstante aquí en la noche,
que existe un mundo fiel

 

la vista atrás

 

Me recuerdo de niño, solo en mi soledad.
Notaba que mi vida no era real.