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los guantes de marla

Marla parece ensimismada con su enguantada mano, quizá porque

lleva el negro guante cargado de cadenas de diferente longitud y

de eslabones de distinto tamaño, tal vez enlazadas entre sí con anillas

metálicas.

Tiene una espléndida melena total, general, universal, de pelo claro,

castaño o rubio, del volumen de la copa de un arbolito, con los cabellos

en todas direcciones, desordenados pero no enredados.

El vestido negro es pariente lejano de una puerta oscura, y sus ojos

llevan negros espolones en los ángulos. Tal vez Marla esté escuchando

sonidos generales o esté esperando al tiempo grande, siempre devorado

por minutos.

Hay en el ambiente, en el aire escaso, en la piel de Marla, una amenaza

de tinieblas o de tortura; un extenso y crudo olor a violencia lenta o a

frustración, como cuando alguien se muere con los ojos abiertos.

Quizá espera un mecanismo en bloque, de rodillas, lento como un mineral

y rico en vinagre malo, como un reloj de pared que comiera cabezas,

oídos, músculos pequeños.

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Narciso de Alfonso

Merodeos populares: los guantes de Marla


 

 

 

 

 

 

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