Woman before-a-mirror

 

 

Esta dama tal vez fue esbelta durante su infancia, con esa delgadez lineal de las niñas, hasta que comenzó a quedarse dentro de sí misma, quizá por pura pereza o por simple descuido, como cuando nos quedamos en casa porque hace frío o no nos apetece salir. Se quedó enredada, de pie en su cuadrúpedo intensivo, adosada a su propia estantería.

A la dama le han quedado dentro no sólo una, sino tres criaturas: la primera, mirando a la pared; la segunda de ánimo triste y la tercera avanzando de puntillas. Durante muchos años quiso ser un ángel o una máquina; por las noches, con la mano izquierda contaba a oscuras los dedos de la mano derecha, solamente para que le sucediera algo parecido al amor.

Comprendió que casi todo lo importante es otra cosa, algo que se va imponiendo en diagonal o desde el reverso de lo que sucede o parece suceder. En su obstinación, en su perseverancia, había algo emparentado con el amor o con el alma, y además ella siempre supo prestar atención.

La dama lleva fundidos, en un solo golpe de vista, los glúteos y las nalgas y el trasero: todos reunidos en la consumación de un culo bajo y excesivo, pero no caído. Esa pera que está mirándose en el espejo es ella: finalmente, sus piernas no dieron el estirón y la dama anda con los pies como hundidos en el mar de los sargazos.

Sus senos, en cambio, siguieron un camino de condición aumentativa. Ante el espejo, tal vez se pregunta, como muchos de nosotros, si vale la pena, si ha valido la pena. Está hermosa con su rojo pelo pelirrojo y sus estaturas simultáneas. Carne a carne, su piel es de color blanco sucio con reflejos vegetales de berenjena. La dama está ahí, quieta, quieta, y eso da mucha seguridad.

 

 

 

 

 

 

 

Narciso de Alfonso

Merodeos: el desnudo femenino en a pintura


 

 

Woman before a Mirror (Nude woman standing in front a mirror)

Henri de Toulouse-Lautrec  (French, Albi 1864–1901 Saint-André-du-Bois)

Date: 1897.Oil on cardboard. 24 1/2 x 18 1/2 in. (62.2 x 47 cm)

 

 

 

 

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