No está mal (amor) que, de vez en cuando, lo nuestro se permita
un tris de romanticismo, una bocanada de ensueño, una gota de alquimia.
Hoy la noche se presta; la noche que, sobre la montaña rehace la canción de la luna
y ofrece alivio y embrujo al relato de nuestros sentimientos.
Hoy, como en alguna película tonta, buscaremos ser felices y amables, un par de amigos fantásticos.
Olvidémonos, pues, de penas y amarguras que nos distraigan;
olvidémonos de la pobre ceniza que espera al borde de los simples sueños,
del desasosiego infinito de cada jornada y acudamos, por favor, al paraíso
prohibido de nuestras bondades y saludes domésticas;
acudamos al oro saqueado de nuestra estación marchita.
La noche se ofrece a nuestro vicio.
Que tu boca arda largamente en el viejo favor de mi cuerpo.
Elkin Restrepo
de ABSORTO ESCUCHANDO EL CERCANO CANTO DE SIRENAS
Elkin Restrepo Gallego, 1985
Ediciones Autores Colombianos
0 comentarios