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El alma

Sabemos que no se nos permite usar tu nombre.

Sabemos que eres inexpresable, anémica, frágil

y que estás bajo sospecha por los misteriosos crímenes

cometidos en la niñez.

Sabemos que ahora ya no se te permite vivir en la música

o en los árboles al atardecer.

Sabemos (o, al menos, eso nos han dicho)

que ya no existes en ningún lado.

Y aún así continuamos escuchando tu voz cansada

en un eco, en una queja,

en las cartas que Antígona nos envía desde el desierto griego.

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The soul

We know we’re not allowed to use your name.

We know you’re inexpressible, anemic, frail,

and suspect for mysterious offenses as a child.

We know that you are not allowed to live now in music

or in trees at sunset.

We know—or at least we’ve been told—

that you do not exist at all, anywhere.

And yet we still keep hearing your weary voice

—in an echo, a complaint,

in the letters we receive from Antigone in the Greek desert.

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Adam Zagajewski

El alma

Traducción al inglés de Clare Cavanagh and

Renata Gorczynski, Benjamin Ivry y C. K. Williams

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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