peregrinaje

a Elizabeth Azcona Cranwell



Llamé, llamé como la náufraga dichosa

a las olas verdugas

que conocen el verdadero nombre

de la muerte.

He llamado al viento,

le confié mi ser.

Pero un pájaro muerto

vuela hacia la desesperanza

en medio de la música

cuando brujas y flores

cortan la mano de la bruma.

Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,

es el silencio de la prisionera,

es la mudez de pájaros y viento,

es el mundo enojado con mi risa

o los guardianes del infierno

rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.

He llamado hacia nunca.

 

 

 

 


Alejandra Pizarnik

Peregrinaje

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