susurro personal



Por alguna razón, al anochecer,

mi corazón late como una ametralladora.

El cardiólogo me ha dicho:

controle su vida emocional. Me pregunto

si no habrá allá dentro una verdad

que intenta abrirse paso. Vuelvo una mano al pecho

buscando una fe en la oscuridad

de mi mismo. La pulsación interna del yo

parece apresurarse

hacia una descomposición indescifrable.

El ritmo cardíaco es un tiempo

en estado impersonal. Esta es la única

certeza que encuentro. Los golpes sanguíneos

de un tambor cerrado sobre el vacío.

No hay noticias profundas sobre J.O.G.

sino este susurro fisiológico, el zumbido

que hoy fui dejando a mi paso

a través de calles, edificios y cuerpos cerrados.

Un rastro de baba que recorrió el mundo

y está de regreso a esta habitación.

 

 

 

 

 

 


Joaquín O. Giannuzzi


Susurro personal

elpoetaocasional.blogspot.com

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir